La magia de la vida: Los elementos

 Desde joven todo lo que aprendí, lo comprendí desde un lugar lógico, científico, matemático, ese mismo que prioriza el mundo occidental. Cuando me crucé con Ayurveda, no te voy negar que me costó mucho comprender esa nueva forma de ver el mundo, esa que integra lo racional con aquello que existe pero no se puede ver, esa energía sutil que permea el cuerpo y la mente, esa fuerza creadora y motivadora del Ser que no puede explicarse con una fórmula.



Lo que me ayudó a comprender esa nueva forma de interpretar fué experimentarlo, encarnarlo en mí y vivenciarlo, y ahí llego el amor, el amor por ayurveda, el amor por el milagro de mi vida y la vida de todos los seres.

Si te cuesta comprenderlo o llevarlo a tu rutina, te diría que comiences por algo sencillo pero infinitamente potente. Ver el Universo a través de los elementos que lo componen, porque ahí radica el orígen más tangible, y la progresión de lo que existe pero no se vé o no tiene forma, hacia aquello que va adquiriendo forma y sustancia generando la materia física, esa que vemos y tocamos.


Según la filosofía Samkhya, que es la base filosófica de Ayurveda y tambien del Yoga, existe un orden cósmico en la creación del Universo y de todo lo que existe. 


La esencia de lo que se crea, comienza cuando el purusha, que es la esencia misma de la conciencia universal, se integra con el prakriti que es el orígen material del cuerpo y de la mente.

De esta forma lo sutil se organiza en la constitución de la individualidad, el punto de separación de la consciencia universal a la propia individuación, su Ego o Ahamkara. De allí se desprenden los gunas de la mente que van desarrollando lo orgánico, inorgánico y el movimiento o agitación.

Los gunas mentales son satvas, rajas y tamas. Deja un comentario si quieres que publique sobre ese tema.

Desde estos gunas se va a construir el sistema de percepción, recepción y acción del individuo.
Por ello vamos a tener una tendencia de comprotamiento según domine mas satvas, rajas o tamas.


En este inicio existencial y su movimiento, se van creando los elementos que nos componen.

Si maginas al cosmos, al espacio infinito, allí donde todo existe y nada existe, allí en ese enorme espacio vacío, donde todo es infinitamente enorme, expansivo, donde no existe forma ni sustancia, encontrarás el primer elemento de la vida, el eter que lo habita todo completamente generando el espacio necesario para que se desarrolle la vida, porque sin espacio, no puede existir manifestación.

Entonces en ese espacio, el aire se eleva y en movimiento y danzando en el eter hace vibrar un sonido, el sonido primordial, el sonido de Universo…. oommm.

Si cierras los ojos y apagas un poco los sentidos, seguro podrás sentirlo sonando en tí. Aire y eter que vibran desde el macrocosmos, penetrando en cada una de las células, escucha el viento dentro del cuerpo, su movimiento, su potencia y la fuerza sin forma y sin sustancia, que circula y se mueve, como el viento mueve las hojas de las plantas, mueve para transportar de un lugar a otro, para nutrir las células, para mover los músculos, para expulsar los desechos que ya no se necesitan, y ese aire friccionando va generando calor, propiciando el fuego, agni vital que enciende los tejidos a partir del metabolismo, transforma las moléculas, digiere los alimentos, las ideas y enciende la piel y los ojos para dirigir la visión al propósito de la vida, y esta llama vital se va fluidificando, como fluidos calientes surgiendo el elemento agua, que circula recorriendo como ríos interconectados por todo el cuerpo. El agua que recorre, baña los órganos, protege y envuelve las articulaciones, el corazón, los pulmones, el cerebro y afianza la memoria, y cuando llega a su destino biológico, deja de fluir y se va condensado dando lugar al elemento mas pesado, con forma, con sustancia, el elemento tierra, que podemos sentirla, tocarla en toda la estructura corporal, forma parte de la piel, es músculo, es grasa, es hueso y es el precioso envase que nos permite expresarnos y desarrollarnos en el mundo material.

Cada uno de estos elementos es necesario para vivir la experiencia en la tierra. Esa pequeña gota del macrocosmos es la vida misma, es el cosmos expresado en este presente, aquí y ahora.


Así ayurveda explica los elementos, y luego ellos mismos siguen creando, entretejiendo las fuerzas de los doshas vata, pitta y kapha.


Hoy solo te invito a que observes el mundo a través de estos 5 elementos (eter, aire, fuego, agua y tierra), los observes afuera y adentro, en los otros y en las cosas y en tí. Practícalo por unos días, intenta descifrar en las cosas y en los seres cuál de esos elementos se reflejan con mayor tendencia, es fascinante cuando comienzas a observarlos, sin juicios, sin crítica, sólo entendiendo su existencia.



Aquí te regalo un momento de contemplación para que lo experimentes en un audio.


Meditación elementos



Comentarios

Entradas populares