¿Consulta nutricional ancestral o consulta nutricional moderna?

 


Me ha pasado en encuentros diversos que surge de la conversación algún tema de alimentación y me preguntan: ¿cuántas calorías tiene un alfajor?, se puede comer fruta en ayunas?, porque dicen que la fruta es azúcar ¿Hay que sacar todas las harinas para bajar de peso?

Todas preguntas que surgen más de la cantidad de información que sale de las redes y que las personas consumen sin filtro como dato certero y que pueden provocar grandes desequilibrios alimentarios en lugar de apoyar la autogestión de la salud.

Hoy, nos encontramos con múltiples enfoques para abordar la nutrición y la salud en general, todas válidas para quien resuene con ellas, porque como dice Ayurveda no todo es para todo el mundo, y ahí está lo que me enamora de esta ciencia milenaria, categorizamos doshas entendiendo las fuerza de sus elementos, pero cada persona es única, y es mi pasión conectar con cada Ser que llega a la consulta para que busquemos cómo y porqué los elementos se desarmonizan en cada individuo según su historia y la interacción con su entorno en este presente. 

Es cierto que algunos llegan con una desconexión tan grande que es difícil orientar en una sola consulta, lo sé, la confusión a veces no permite avanzar, yo también paso por ahí en mi vida en muchas ocasiones, quizás ese momento crucial es de autoobservación, de reflexión, de conexión, porque mi abordaje terapéutico es acompañar en ese autodescubriento y sanación con herramientas naturales que van permitiendo esa apertura.

Cuando la terapéutica convencional solo contempla el resultado, que deje de doler, curar sin entender el porqué, se sigue en desconexión, y, aquellas personas que eligen estas terapias convencionales no quieren o no pueden aún, enfrentarse a esos cambios profundos que requiere la medicina ancestral para sanar, como dije antes, no todo es para todos.

Entonces, no, yo no cuento calorías, porque el enfoque ayurvédico no prioriza el alimento como un compuesto químico, el alimento es una conjugación alquímica de elementos, que también tiene energía vital y que interactúa con cada uno que lo consume de forma diferente o parecida, pero única.

Sostener la vida no es una cuenta matemática de lo que ingresa y lo que se gasta, eso es solo supervivencia, la alimentación es mucho más que eso, es el vínculo con el primer alimento, es tocar, oler, escuchar, saborear, conectar plenamente con esta energía vital que te llega en abundancia para vivir en plenitud.

La medicina ancestral tiene su foco en la vida saludable, en el alimento sano y cargado de vitalidad, en lo simple, en lo compartido. 

La medicina moderna tiene su foco en la eficiencia, para seguir funcionando, al menor costo económico y biológico.

Cuando se integran ambas son una supermedicina, no es una única alternativa, ni se excluyen mutuamente, porque la medicina moderna es excelente cuando hay urgencias o dolencias agudas que requieren un abordaje inmediato, una recuperación certera, sin embargo, si mientras resolvemos la urgencia sumamos este conocimiento ancestral, descubrimos la causa, sumamos herramientas más compasivas, que mejoren la relación interna de todo el sistema cuerpo, mente y espíritu, ahí, es cuando puedes tener una visión 360, aceptando la luz y la sombra, lo positivo y lo negativo que nos habita, podemos crear salud, entendiendo como funcionamos, que necesitamos y que debemos dejar ir. Porque esa sabiduría no te la va a aportar un agente externo, un medicamento, una dieta específica, un médico, esa sabiduría está dentro de cada uno y tú y solo tú puedes llegar hasta ahí. 

Lo que hacemos las nutricionistas no convencionales es acompañarte, con la escucha de tu historia alimentaria podemos guiarte con algunas prácticas que colaboren a abrir ese entendimiento.

La medicina ayurveda se recorre, se experimenta, se palpa, es un camino, un proceso, y por supuesto no es inmediata, la medicina moderna se sustenta en la inmediatez, porque tiene el foco en el resultado y no en el proceso que se va recorriendo.

La alimentación Ayurveda prioriza lo simple, lo disponible, y un alimento, es un sistema complejo que puede ser tu medicina, porque funciona desde esa totalidad, desde esa interacción de todos sus componentes, desde el prana hasta sus oligoelementos y eso ocurre cuando vos con tu propio cuerpo te alineas a esa información que estás recibiendo, por ejemplo no obtendrás ni las calorías ni la medicina de un alimento si tu digestión se encuentra alterada, si hay disbiosis, malabsorción, si hay desconexión con el momento de preparar mi alimento, de comerlo, si hay nerviosismo, creo que eso no tiene discusión a estas alturas. Tampoco será bien recibido si comemos con miedo, que el azúcar de la fruta, que no active las semillas, que el gluten, que la harina hace mucho daño.

Primero hay que reconocer y saber diferenciar esas intolerancias digestivas, ¿vienen de un alimento específico? ¿vienen de una disbiosis previa? vienen de la desregulación de mi sistema nervioso? porque cada tratamiento será diferente para volver a la potencia digestiva más adecuada.

Quizás para tí sea muy bueno reducir o eliminar el gluten, aumentar las proteínas o aumentar los vegetales. Pero esa adecuación alimentaria tiene que estar en coherencia con vos, y eso hay que descubrirlo con presencia activa en tu situación particular.

Todos los alimentos resultan en azúcar, porque es el alimento que necesitan las células, pero hay mucha confusión al respecto, tu piensas que el cuerpo incorpora de la misma manera una cucharada de azúcar blanca que el azúcar de una fruta? una golosina que un puñado de dátiles? una galletita ultraprocesada que una galleta de avena elaborada con azúcar? ¿Es mejor un vaso de jugo o refresco (aunque sea diet) que un vaso de kefir (elaborado con azúcar)?

Pues no es lo mismo, aunque tengan el mismo resultado numérico de calorías.

En muchísimos casos que llegan a la consulta, aunque sean para bajar de peso, es necesario incorporar nutrientes esenciales que fueron reprimiendo por esta sobreinformación, es muy común ver cuerpos inflamados que no bajan de peso y siguen y siguen retirando azúcares y frutas, harinas de todo tipo, granos de cereal, y así una lista larga de alimentos que temen incorporar por ser catalogados como que engordan.

Si quieres una consulta tradicional, una lista específica de lo que tenés que comer y lo que no tenés que comer, un protocolo universal de alimentos, encontrarás profesionales que trabajan desde ese abordaje, si es lo que a tí te sirve en este momento.

Si vienes a mi consulta quizás ni siquiera se modifique mucho tu alimentación, quizás hay que reponer la potencia digestiva primero, o el sistema nervioso, quizás no podamos entender en una consulta todo el panorama, pero al ir avanzando en tu sentir, en tu presencia y en tu participación activa irás mejorando paso a paso, y aclarando tu consciencia, soltando las soluciones mágicas que estás evocando, aumentando la claridad que tus miedos están ocultando, y ahí, cuando progresivamente vas conectando contigo, el cuerpo se desinflama, el sistema nervioso se regula y todo comienza a fluir, a funcionar a tu favor, a armonizar y crear salud. Ese es el motor que motiva a seguir transformando tu estilo de vida, porque te vas sintiendo mejor, te vas aceptando, vas acomodando tus prioridades, vas replanteando tus expectativas.

En una consulta no convencional seguro vas a trabajar en habitarte y experimentar tu propio sentir corporal, vas a llevarte herramientas de yoga terapéutico, respiración, la visualización, la meditación, la aromaterapia, alguna planta medicinal o terapia con especias que te apoyen, suplemento o adaptógeno, que te limpien, que despejen tu embotamiento mental, que activen tu cuerpo y tu mente con vitalidad, que acompañen algunos días tu proceso. También puede ser que te lleves la indicación de automasaje, aceites tibios, recomendaciones para mejorar el descanso, y la reorganización de tus rutinas.

Todo eso puede pasar, quizás eso es lo que estás necesitando, quizás puede servirte a vos, o no.


Conocer qué profesionales se alinean con tu propósito de salud y acercarte a ellos con todas tus dudas, es parte de tu decisión de sanar.

Aquí te espero con los brazos abiertos y el corazón contento, porque cada persona que quiere trabajar en su autoconocimiento me invade de felicidad, necesitamos construir más desde la salud en lugar de centrarnos tanto en la enfermedad.


Que tu recorrido sea próspero en la búsqueda de tu verdad.


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